Aunque parezca increíble, en muchos países en la actualidad aún existen los reyes. Las monarquías han sabido encontrar su encaje en las sociedades modernas y es por eso que la mayoría de ellas no representan un perjuicio para la democracia. Sin embargo, hay otras que sí mantienen un poder absoluto. ¿Cuáles son las diferencias?
Monarquías constitucionales
En Europa, países como España, los Países Bajos, Reino Unido, Dinamarca, Suecia y otros, mantienen al monarca como jefe de Estado, pero sus funciones suelen ser ceremoniales y como un factor de unidad y cohesión nacional. También existen otras monarquías constitucionales como Tonga, o aquellos países de la Mancomunidad de Naciones que mantienen al monarca británico como jefe de Estado. Los reyes, en este caso, no ejercen poder político, sino solamente como consejo y figura imparcial.
Monarquías absolutas e híbridas
Generalmente concentradas en el mundo árabe, países como Arabia Saudita, Catar, Emiratos Árabes Unidos, Ciudad del Vaticano u Omán concentran todo el poder político en manos del monarca. Pero existen muchas otras monarquías híbridas donde hay poderes públicos y elecciones, pero el rey conserva parte del poder político. Ese es el caso de países como Marruecos o Jordania.